miércoles, 14 de octubre de 2009

El Chaco Salteño está cambiando

Reflexiones en torno a los 20 años de la E.E.T. 8108 “San Martín de Porres”

El Chaco Salteño está cambiando y se está integrando a un mundo que cambia. Nuestra zona está cambiando. Y cuando digo nuestra zona me refiero al radio educativo La Unión, que incluye a las escuelas que se encuentran a derecha e izquierda del camino desde El Pozo de las Moras hasta San Miguel.

Los ancianos que todavía viven conservan la memoria de un tiempo en el cual todo era muy diferente: la naturaleza era distinta, llovía más, había más pastos, criar animales era más fácil. Pero hoy ya no es así. La naturaleza está cansada, debilitada; ya no llueve tanto, falta el alimento para el ganado y la crianza de animales se ha vuelto difícil. Ya no alcanza con soltar a los animales en el monte para que pasten lo que encuentren, porque van a encontrar poco, o nada. Hay demasiadas vacas, demasiadas cabras, demasiados chanchos compitiendo en el mismo terreno por la poca vegetación que no alcanza a rebrotar, ni siquiera a echar semilla.

Esta temporada hubo mucha muerte de animales, y todos lamentaron las pérdidas económicas. Puede ser que llueva mucho en el verano y el año que viene algo se recupere. Pero ¿está bien continuar de esa manera? ¿No se puede hacer algo para que esto mejore?

Todos se quejan de la pobreza generalizada, pero muy pocos invierten dinero para acomodar las cosas y asegurarse una mejor manera de vivir. Todos esperan en los políticos y los planes sociales, y muy pocos confían en lo que pueden hacer con sus manos y su dinero. Porque el dinero ¿es sólo para jugarlo en las carreras? ¿O se puede invertir en mejorar alambradas, fuentes de agua y pasturas? ¿Es sólo para comprar alimentos industrializados (esos que vienen envueltos en plástico o encerrados en latas) o sirve también para comprar herramientas para producirlos en la propia casa? Algunos piensan que es muy difícil producir por uno mismo. ¡Claro que es difícil! Para eso son las herramientas. Un buen tarro lechero, un buen recipiente para el cuajo y un buen molde de queso, en un lugar bien organizado para producirlo, reducen a la mitad el tiempo y el esfuerzo en la producción de quesos, y producen ¡el doble de beneficios!
El chaqueño es bien conocido por su fuerza física y su resistencia, pero ¿no tiene también inteligencia? ¿no puede adquirir más sabiduría? ¡Más vale maña que fuerza! Dice con razón un dicho popular.

Desde la promulgación de la ley provincial 7070, que prácticamente prohibió la extracción de madera del monte nativo, el colegio comenzó también a cambiar su orientación: de carpintería se pasó a ganadería. Actualmente somos una escuela Agropecuaria. Es decir, estamos aplicando nuestro tiempo y energías en pensar y en preparar a los futuros productores ganaderos de la zona. Queremos que sean personas íntegras, responsables, comprometidos honestamente con el bien común. Queremos que estén bien preparados para volver al campo y resolver los problemas que hoy tenemos; y si van a vivir a la ciudad, o a seguir una carrera universitaria, queremos que estén bien preparados, de otra manera, terminarán viviendo en barrios marginales, donde la violencia les quitará lo bueno que parecían tener.

Estamos convencidos de que se puede vivir dignamente en el Chaco Salteño; estamos convencidos de que no hace falta irse a la ciudad para vivir bien; estamos convencidos de que el productor de alimentos siempre tendrá oportunidades en un mundo que tiene cada vez personas que alimentar.

Pero también estamos convencidos de que sin inversiones propias, pronto este lugar pasará a estar en manos de otras personas (personas de Salta , de Jujuy, o de más lejos) quienes están viendo las posibilidades y no quieren desaprovecharlas.

La persona humana nunca podrá vivir bien sin trabajar. Por eso: o inventamos nosotros nuestros propios trabajos, en condiciones que podamos manejar, o terminaremos trabajando para otros, en condiciones que no podamos manejar. Si miramos alrededor vamos a ver que, en Orán, los finqueros viven en lujosos palacios y los empleados en casas precarias. Lo mismo sucede en Pichanal, en Las Lajitas, en Joaquín B. Gonzáles, y prácticamente en todo el mundo.

Muchos dicen que en el Chaco Salteño no hay trabajo. ¡Eso es un error! ¡Aquí hay mucho trabajo por hacer! Lo que no hay son sueldos, no hay empleos. ¡Pero el que no trabaja cuando no tiene empleo, tampoco trabajará cuando lo tenga! Ese es un vago.

En el Chaco Salteño sobra trabajo por hacer, y faltan personas capaces de hacerlo. Cada verano los chañares, los algarrobos y los chañares producen alimento de primera calidad que muchas veces se pudre debajo de los árboles…. Y en el invierno hay que estar comprando alfa… Hay tantos animales que ya no alcanza el pasto para todos…Y no se venden porque la productores no se organizan, y viene el cordobés, o quien sea, y paga el precio que quiere, y no el precio justo. Hay tantas abejas que cuando escasea el agua son una molestia cerca de los pozos…y nadie organiza una producción de miel. ¿No hay trabajo en el Chaco Salteño? ¿No hay cosas para hacer aquí? Los mayores tenían razón cuando castigaban la flojera. ¡El Chaco Salteño no es para los flojos ni para los irresponsables!